Capicúa
2012
Cuando hablamos que un número es capicúa entendemos que se puede leer de igual manera de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda, por ejemplo el 131. También podemos aplicarlo a las letras, a la formación de palabras y a su lectura… por ejemplo “ORO”.
Por qué no aplicarlo a situaciones de nuestro día a día. Todo termina como empezó. Podríamos esta misma noche en nuestra cama, justo antes de caer en el sueño, pensar en rebobinar como una cinta de vídeo nuestro día. El día temporalmente sería igual. Está claro que existen ocasiones extraordinarias y fuera de todo lo común. Ahora buscaremos lo extraordinario en lo ordinario. De forma que entenderemos nuestro tiempo como ciclos que forman bucles infinitos.
Haré un repaso de la evolución de la vida, contada desde una perspectiva biológica en algún momento. Pero no recogiendo solo una visión científica, puesto que en ocasiones la ciencia no hace evidenciar más y más nuestras dudas trascendentales. Claro que he seguido una línea evolutiva ascendente y descendente. Donde se mezcla la veracidad de la historia y origen de las especies, con una visión diferente de nuestro devenir.
Una de las relaciones más directas que tenemos con los animales es nuestro origen, puesto que seguramente compartiremos descendientes comunes. La animación que he concebido comenzará con un organismo unicelular, desde que se conoce el Planeta Tierra con las características físicas y químicas que hoy tenemos, hasta llegara un futuro ficticio totalmente imaginado.
La especie humana es una espectacular anomalía evolutiva.
Peter Richerson y Robert Boyd, 2005
Hasta llegar al Homo Sapiens representaré la evolución de este organismo que llegará a convertirse en un flagelo, pasando por una medusa prehistórica, un pez, un anfibio un reptil, un dinosaurio… mamífero, éste en un marsupial… el australopitecos y todos los cambios del simio hasta nosotros.
Al llegar al ser humano como hoy lo conocemos todo dará un vuelco y pronto el físico cambiará hasta de nuevo convertirnos en un organismo unicelular… De aquí la idea de nombrar la pieza “Capicúa”. Un planteamiento no sé si positivo o negativo de la historia dela humanidad, de su ciclo; de su principio y su final temporal. Podría entenderse desde una perspectiva muy crítica, quizás desde una postura ecologista, desde una postura social, o incluso desde una postura cercana a la misantropía. O podría entenderse como una concepción inevitable del tiempo, donde las cosas son como son desde la fuerza dela naturaleza y el hombre no puede hacer nada al respecto… hablo de nuestra extinción.
Todo ello con un humor alegre, natural y casi infantil, pero con un trasfondo dramático lleno de adversidades e infortunio.