WCS
2013
El proyecto interdisciplinar “WCS” nace a raíz de una imagen creada de la espontaneidad de un grupo de amigos que coquetean con el libre albedrío y el acto “gamberro” y surrealista, llamada Cacamut. Es básicamente la mezcla formal de una Caca y un Mamut. Esta imagen define una idiosincrasia que rodea tanto el comportamiento cotidiano; una forma de vida, como la acción o producción artística en todos sus aspectos.
Anteriormente había estado trabajando con el concepto de animal antropomórfico (la parte Mamut), es decir la relación entre el ser humano y el animal en sus dimensiones racionales e irracionales. No más lejos de Cacamut, una denuncia de lo qué es o no, racional o irracional en las dos especies. Lo que nos condena y lo que condenamos.
Ahora el siguiente paso es utilizar lo irracional que ya está desglosado para dar a conocer hasta que punto ciertas cosas son inevitables en nuestro día a día, de una forma exagerada. Para ello hemos utilizado, como no el concepto de la escatología y la aparente torpeza (la parte Caca) para luego unirlo todo y poder crear un perfecto círculo de lo que significa esto tan raro que es Cacamut.
No podemos olvidar el situar todo en un ambiente de ironía constante, de humor absurdo, y de tratar lo banal de una forma diferente. De ahí que se use constantemente una variable estética que queda entre lo pintoresco, lo inquietante, lo grotesco y descarado con el espectador. Se necesita un golpe directo con el receptor para que funcione, a veces un giro inesperado e inevitable o a veces una imagen muy parlante o chocante.
En cuanto a la escatología tenemos que situar bien este concepto, puesto que gracias a la homofonía que existe en el castellano puede llegar a confundirse. Uno de sus significados puede referirse a la doctrina acerca de las postrimerías del mundo y del hombre; y el otro y que a nosotros nos interesa es la escatología coprológica. Peculiar paradoja donde las haya.
ANIMAL,
Si lo que te anima es el ánima,
(esa cosa tan irracional)
Cómo permites, bestia del alma,
Que te llamen racional…
¡Esos locos!
Luis Eduardo Aute
Algunas de las premisas esenciales dentro de los objetivos marcados en la realización del proyecto ha sido la mitificación de lo banal y aparentemente pueril. Lo más cotidiano y vetado por una sociedad que lo quiere todo limpio y bien acabado, llevarlo a un terreno artístico y a una visión creativa.
Enseñar al espectador lo más bello de lo menos bello. Con lo cual algunos repulsan el hecho y aprecian la ejecución, lo que me parece un punto a favor; ya que si la ejecución es clara, el hecho por muy socialmente tímido que sea también adopta valor. Todo lo irracional que nos hace hacer animales es tan o más importante que todo lo que nos “diferencia” de ellos, entre tantas cosas el defecar, vomitar, escupir…
Dentro de estos objetivos explicaremos también que han sido recogidos en una esfera de cierta fantasía surrealista, de realismo mágico mano a mano con la animación, una técnica que puede hacer más inocente la escena pero con más margen imaginativo.
Es ahora cuando se pone en entredicho, de nuevo, el formato de belleza idealizada más clásica a sabiendas de que la idealización como belleza por imperativo universal está totalmente superada.