La pintura y el dibujo, al igual que el cine, son formas de expresión visual que pueden capturar momentos únicos y transmitir emociones poderosas. Al elegir ciertos fotogramas de películas para reproducir o recomponer en una obra de arte plástico, amplío la experiencia de la película al llevarla al reino de lo tangible y lo duradero.
En el proceso de selección del fotograma a utilizar, es importante tener en cuenta los elementos que lo hacen visualmente interesante. He considerado la composición, el uso del color y la luz, el contraste y la perspectiva para elegir el fotograma ideal. Además, me tomo mi libertad creativa para reinterpretar la escena y agregar mi propio estilo y perspectiva a la obra.
Como artista, mi tarea consiste en capturar la esencia de la película en una sola imagen, que a su vez pueda transmitir el mensaje de la obra cinematográfica. Cada película tiene su propia personalidad, y mi trabajo consiste en descubrir esa personalidad y llevarla a la vida a través de mi propio lenguaje visual.
En términos técnicos, para este proyecto, he pasado de usar el óleo, acrílico, lápices de dibujo, carboncillo, tintas, spray, etc. Sobre Cine es una hermosa forma de explorar la interconexión entre las artes plásticas y el cine. Al elegir cuidadosamente los fotogramas de ciertas películas y llevarlos a la vida a través de mi propia interpretación artística, estoy creando un puente entre estas dos formas de expresión visual que a menudo se inspiran y complementan entre sí.
Existen pruebas significativas de que el cine ha tenido una influencia en la pintura. José Luis Borau, un cineasta español conocido por películas como Furtivos (1975), ha estudiado la relación entre el cine y la pintura del siglo XXI, especialmente en términos de la «búsqueda de nuevos encuadres» y la «reflexión del movimiento». Borau destaca que hay tres características del cine que se han transferido a la pintura: el uso artificial de la luz, el encuadre y la capacidad de reflejar el movimiento. Además, Borau menciona que el cine ha contribuido a la redefinición de la pintura moderna, fragmentando la realidad y descomponiendo la acción en imágenes parciales. Según Borau, Francis Bacon es uno de los artistas que mejor ha capturado el peso del cine en la pintura, utilizando el plano-contraplano típico del cine e intentando reflejar el movimiento.
Borau también destaca la influencia del cine en otras formas de arte, como el cómic y las historietas dibujadas. Autores como Román Gubern, Luis Gasca y Javier Coma han estudiado esta relación. Un ejemplo claro es el dibujante estadounidense Will Eisner, cuya serie The Spirit, realizada a partir de los años cuarenta, muestra una planificación y encuadre inequívocamente cinematográficos. Borau explica que la influencia del cine también se ha manifestado en la manipulación de la luz en el arte barroco y romántico, así como en los artistas contemporáneos como Hockney. En resumen, el cine ha contribuido significativamente al desarrollo y evolución del arte visual en el siglo XX y continúa siendo una fuente de inspiración e influencia en la actualidad.