La especie humana es una espectacular anomalía evolutiva.
Peter Richerson y Robert Boyd, 2005
Hasta llegar al Homo Sapiens representaré la evolución de este organismo que llegará a convertirse en un flagelo, pasando por una medusa prehistórica, un pez, un anfibio un reptil, un dinosaurio… mamífero, éste en un marsupial… el australopitecos y todos los cambios del simio hasta nosotros.
Al llegar al ser humano como hoy lo conocemos todo dará un vuelco y pronto el físico cambiará hasta de nuevo convertirnos en un organismo unicelular… De aquí la idea de nombrar la pieza “Capicúa”. Un planteamiento no sé si positivo o negativo de la historia dela humanidad, de su ciclo; de su principio y su final temporal. Podría entenderse desde una perspectiva muy crítica, quizás desde una postura ecologista, desde una postura social, o incluso desde una postura cercana a la misantropía. O podría entenderse como una concepción inevitable del tiempo, donde las cosas son como son desde la fuerza dela naturaleza y el hombre no puede hacer nada al respecto… hablo de nuestra extinción.
Todo ello con un humor alegre, natural y casi infantil, pero con un trasfondo dramático lleno de adversidades e infortunio.